UN BREVE RESUMEN
En octubre, la Unión Europea dio su primer paso hacia Cuba en años. La medida se ha producido tras el proceso de liberaciones de presos que el régimen castrista ha puesto en marcha, en el que España -a través del hasta ahora ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos- y la Iglesia cubana han tenido un papel relevante. En los últimos meses, 42 presos políticos han viajado a España.
Paradójicamente, fue la muerte, el pasado mes de febrero, del preso político Orlando Zapata, que llevaba 86 días en huelga de hambre, la que atrajo de nuevo la atención internacional a la cuestión de los presos políticos cubanos. Era el segundo opositor cubano que fallecía tras una huelga de hambre en la cárcel, el primero en cinco décadas.
Otro destacado opositor cubano, el periodista Guillermo Fariñas, inició entonces una huelga de hambre para reclamar al Gobierno de Raúl Castro la liberación de 26 opositores encarcelados y enfermos.
El camino abierto
En abril, el gobierno de Castro inició el diálogo con la Iglesia cubana. En sucesivas reuniones, la jerarquía católica medió para permitir la reanudación de las marchas de las Damas de Blanco y la liberación de presos. "El camino está abierto", dijo entonces el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega.
En junio, Cuba liberó al disidente Ariel Sigler, gravemente enfermo, y trasladó a otros 12 a prisiones más cercanas a sus familias.
El diálogo abierto y la mediación del Gobierno español dieron sus verdareros frutos en julio. En una reunión con el cardenal de La Habana y el ministro Moratinos, Raúl Castro anunciaba la liberación de 52 presos políticos, todos los que quedaban aún en la cárcel del llamado Grupo de los 75, que fueron condenados a penas de hasta 28 años de prisión en la represión de la llamada Primavera Negra de 2003.
Se trataba del mayor número de excarcelaciones concedidas en más de una década. Dos días después, Fariñas anunció que abandonaba la huelga de hambre.
Acogidos en España
El gobierno cubano dio entonces un plazo de entre tres y cuatro meses para las liberaciones. Hasta el momento, 39 presos de este grupo han sido liberados y han sido acogidos con sus familias en España (si bien dos de ellos viajaron posteriormente a Chile y EEUU) gracias a un acuerdo entre ambos países negociado por Moratinos. Los restantes se niegan a marcharse de su país porque consideran que, de ese modo, cambiarían la cárcel por el destierro.
A principios de octubre, se anunciaba la liberación de otros tres presos, que también están ya en España. Unas semanas después, la Iglesia cubana dio a conocer otros cinco nombres de disidentes políticos que serán liberados próximamente y que, como los otros 42, viajarán a España. El 1 de noviembre, se anunció el nombre de otros tres presos.
Los opositores, sin embargo, se siguen manteniendo escépticos ante las señales del gobierno castrista. Las Damas de Blanco han seguido denunciando que Castro no ha cumplido "suficientemente los cambios en Cuba". "Los derechos del hombre no se respetan como deberían".
También el presidente de EEUU, Barack Obama, se ha mostrado prudente: "Creo que cualquier liberación de presos políticos, cualquier liberalización que tenga lugar en Cuba es positiva para su pueblo, pero no hemos visto aún los resultados de esas promesas", declaró hace unas semanas. "Sigue habiendo demasiados presos políticos que languidecen en cárceles cubanas porque tienen opiniones diferentes a las del régimen".
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